En Suiza, el hotel Bürgenstock luce nueva fachada

En Suiza se han invertido casi 500 millones de euros para transformar el legendario hotel Bürgenstock en el mayor complejo de lujo de Europa. En Hola-Canada, les presentamos algunas características que posee este titán de la hotelería.

El Bürgenstock, un hotel de ensueño

 

Después de abordar un barco; un funicular privado lleva a los huéspedes hasta 900 metros sobre el nivel del mar en tres minutos. Una vez llegados arriba, descubrirán paisajes impresionantes, una mezcla de playas nubladas, picos nevados y pastos verdes. Los más valientes tomarán el ascensor más alto de Europa, una atracción digna de vivir que los transportara en menos de un minuto a través de una cabina transparente.

 

Una locura en la imagen de un complejo hotelero de más de 60 hectáreas, dividido en 30 espacios diferentes, entre los que se destaca el balneario más grande de Europa (10.000 m2). Tres hoteles (uno para ocio, otro para negocios y el último dedicado al cuidado de la belleza), 12 restaurantes y bares, más de 380 habitaciones (incluyendo una suite real de 700 m2), un cine, un campo de golf de 9 hoyos, una pista cubierta de tenis con instalaciones parecidas a la catedral y una pista de patinaje resumen en pocas cifras esta última incorporación a la industria hotelera suiza, que da empleo a 600 personas.

Un spa gigante a disposición

 

Lo más impresionante es el importe de la factura pagada por Katara Hospitality: 550 millones de francos suizos, ¡477 millones de euros! Al origen del Bürgenstock, se encontraban dos hoteles. Estos fueron construidos en 1871 y 1913 y eran frecuentados por la élite mundial (desde Nehru hasta Chaplin…). Sin olvidarnos de algunas villas adquiridas por famosos como Sophia Loren, hoy transformada en restaurante. Sin olvidar Audrey Hepburn que se casó con Mel Ferrer en la cercana capilla, todavía de pie. Residencias históricas que ahora conviven en perfecta armonía con los edificios contemporáneos. Un ejemplo es el hotel Bürgenstock y su gigantesco spa, construido al borde del precipicio. Este ofrece una vista increíble desde sus numerosas saunas, hammams, piscinas y lavabos.

 

En cuanto a los dormitorios, este hotel de 5 estrellas vale la pena ser visitado. Cada dormitorio tiene una chimenea de gas y una bañera rectangular instalada en un nicho acristalado vertiginoso con vistas al lago. Muchos detalles hacen placentera la ocupación, como el suelo calentado del baño o las luces nocturnas que iluminan el camino. El gigantismo de los lugares también tiene sus contratiempos: una singular falta de intimidad, sobre todo en los restaurantes.

 

Venimos aquí para recargar nuestras baterías y disfrutar de Lucerna, el destino turístico más popular en la Suiza de habla alemana. Pero el Bürgenstock sigue siendo ante todo una atracción. Como un plató de cine, entre James Bond y Los cañones de Navarone. Su espectacular disposición es una hazaña tenaz y… te deja sin palabras.

 

Si quieres conocer otros destinos de viaje en Europa, te invitamos a leer nuestro conjunto de artículos.